martes, 17 de julio de 2012

DESAFIO A LA MUERTE EN DOS RUEDAS


Desafío a la muerte en dos ruedas

En el 2011, los accidentes en moto causaron un muerto cada dos días en Nicaragua. Este año 2012 las estadísticas indican que la mortalidad aumentará entre los motociclistas. ¿Qué está ocurriendo?
Eduardo Cruz, La Prensa 8 de Julio 2012

Gerald Joel Rodríguez Duarte se convirtió el jueves en el nicaragüense número 120 que muere por accidentes en moto en este año 2012. Poco antes de morir se encontró con unos conocidos cerca del antiguo cine González, acordaron hacer una carrera, ilegal por supuesto, en que el ganador recibiría 200 córdobas. Rodríguez Duarte andaba en una moto sin placa y tampoco portaba casco protector.

 La adrenalina fue fatal. La alta velocidad hizo que Rodríguez perdiera el control de la moto y se fue a estrellar de frente contra un poste del tendido eléctrico que está en el costado norte de la Asamblea Nacional. El cráneo le quedó destrozado. Eran las 11:00 de la noche del miércoles 4 de julio.

 120 muertos por accidentes en moto en todo el país, en seis meses que van del año, es una cifra bastante alta, si se toma en cuenta que en todo el año 2011 fallecieron 182 personas por accidentes en motocicletas. ¿Son cifras que deberían alarmar? ¿Qué es lo que provoca que haya tantos accidentes en moto en el país? Según estadísticas de la Policía de Tránsito, en el año 2010 hubo 23,797 accidentes de tránsito en general en el país y en el 2011 ocurrieron 776 más que en el año anterior.

Para el comisionado Iván Escobar Ramírez, jefe de la Secretaría de Tránsito Nacional, si se analizaran los números duros a secas pareciera que la situación no es tan grave. El problema es que detrás de cada muerte está el dolor de una o más familias y vidas truncadas. Y detrás de cada lesionado o daños materiales existen una serie de pérdidas económicas que afectan a la población y al Estado. Hace cinco años, por ejemplo, el Ministerio de Salud informó que en un año gastó 200 millones de córdobas en atender a personas lesionadas en accidentes de tránsito.

 Un experimentado motociclista, Miguel Lorío, excorredor, considera que el problema comienza desde el momento en que una casa comercial vende una moto, ya que la mayoría no da manuales. Y también en el hecho de que la Policía solo pide documentos a los motociclistas, pero no se preocupa en cerciorarse si la máquina cumple los requisitos esenciales como el sistema de luces y los retrovisores. Además —explica Lorío— los motociclistas ni siquiera saben frenar. “Nadie sabe frenar, solo usan el freno trasero, no usan el delantero, y ahí es cuando se accidentan. Hay técnicas para frenar”, dice Lorío.

 Para Norma Godoy, instructora de manejo y dueña de la escuela Joven Señora, a la mayoría de los motociclistas les falta técnica para conducir, ya que “por ahorrarse un dinero no invierten en su vida” y prefieren aprender a manejar moto en la calle, sin ir a una escuela. “El que enseña, enseña a como aprendió. Hasta para andar una bicicleta tenés que tener técnica”, asegura Godoy.

 Por su parte, Carlos García, presidente de la Asociación Nicaragüense de Motovelocidad (Animoto), considera que los motociclistas en su mayoría retan a la muerte y coincide con Godoy en que en Nicaragua se aprende a manejar moto “a la brava”.

El ser humano, problema central


 Actualmente circulan 136,368 motos por todo el país. Los precios accesibles y el hecho de que consumen menos combustible que un vehículo de cuatro ruedas han propiciado la proliferación de este medio de transporte.
 Sin embargo, a juicio del comisionado Escobar, no es el que haya un aumento de motos circulando en el país lo que tiende a aumentar los accidentes en este tipo de medio, sino que es el factor humano. Las campañas de prevención “le entran por un oído y le salen por el otro” al conductor de motos, estima el jefe policial.
 Escobar relata que en el caso de las carreras ilegales, los jóvenes se dispersan cuando ven llegar a los policías, pero luego hacen un rastreo y regresan a los puntos para iniciar las carreras que les sube la adrenalina y los hace sentir “desafiadores de la autoridad”. “La Policía no tiene capacidad para estar en todos los puntos”, explica el comisionado.
 Para el comisionado Escobar, es el conductor de la moto quien decide manejar en estado de ebriedad, el que hace el giro indebido, quien se mete entre dos vehículos a alta velocidad, invade carril y no atiende las señales de tránsito.

 Para Norma Godoy, el motociclista no tiene educación vial y necesita de seminarios. “Si respetamos las leyes de tránsito, nunca habrá problemas”, dice la instructora, para quien la clave está en salir temprano para no andar de prisa en las calles.
 De las 152 muertes por accidentes en moto que ocurrieron en el año 2010, 53 fallecidos andaban entre los 26 y los 30 años de edad. Solo 19 muertos estaban entre los 16 y los 20 años. Contrario a lo que se pueda especular, el motociclista novato no es el que más se accidenta, sino el “experimentado”, el que cree que “ya se las sabe todas”, explica el comisionado Escobar.

 ¿Qué se puede hacer?
 Aunque para resolver el problema en lo primero que se piensa es en reformar la Ley de Tránsito, para que haya sanciones más duras, o en reparar las vías o que los motociclistas usen casco, para el vocero de la Policía, comisionado Fernando Borge, lo que se debe hacer es “reflexionar”.

 Borge relata que una de sus hijas le pidió que le comprara una moto, pero él se negó y la joven comenzó a recriminarle por ello. Poco después, la muchacha se subió a una moto y sufrió lesiones leves en un accidente. Cuando llegó a la casa lo primero que hizo fue darle las gracias a su padre por no comprarle la moto.

 Para Carlos García, presidente de Animoto, el motociclista tiene que comprender que moto y alcohol no van de la mano. “El problema no es la Policía, aunque sí hay que ser más riguroso con los jóvenes”, manifiesta el motovelocista.

 “La Policía hará lo que la Ley faculta, pero hay que apelar a la responsabilidad personal, a la familia”, finaliza Borge.

Mitos


 En el año 2011, los buses de transporte colectivo causaron 17 muertes por accidentes, lo cual, para la Policía, es un indicio de que los vehículos grandes no son el gran problema de los accidentes mortales.

 Los motorizados que distribuyen comidas rápidas y medicinas tampoco aparecen entre las estadísticas de la Policía como los más recurrentes entre los motociclistas accidentados, indica el comisionado Escobar.

 Aunque algunos consideran que el casco no salva de la muerte al motociclista, y que en todo caso la protección solo es de un 10 por ciento, el comisionado Escobar considera que el casco protector garantiza en un 80 por ciento la vida de las personas. “Podés vivir sin una pierna, sin un brazo, pero si te golpeas la cabeza la muerte es más probable”, afirma el jefe policial.

 MARVIN GARCÍA, REPARTIDOR DE COMIDA RÁPIDA

“El primer día ya andaba en moto”

A sus 27 años, Marvin García ya es todo un experto motociclista. Todos los días sortea el riesgo de andar en moto por las calles de Managua repartiendo comidas rápidas. Él tiene media hora para entregar un pedido de comida y si se pasa del tiempo estipulado, a veces por el tráfico pesado, le toca dar gratis el pedido y en ocasiones se lo cargan a él. El trabajo de repartidor es pesado, pero tiene que hacerlo y entre más rápido entrega, gana más.

 —¿Cómo aprendiste a andar en moto?
Desde la edad de 13 años, con las amistades.
 —¿Nunca fuiste a una escuela?
No.
—¿Qué tan difícil fue aprender?
No mucho. El primer día ya andaba en la moto.
 —¿Tuviste problema para sacar la licencia?
 No. Normal, lo que se requiere en Tránsito. El curso teórico.
 —¿Fuiste a una escuela?
No. Ahí en Tránsito.
—¿Qué tan difícil es andar repartiendo comida?
Es bastante arriesgado. Corremos con tiempo y en las calles tal vez no es uno el que ocasiona el accidente, pero hay otros que sí, son bastante imprudentes. Se vuelan las señales de tránsito, se tiran la roja...
 —¿Cuánto tiempo tenés para entregar la comida?
Lo máximo son 30 minutos la ida. Pero para uno entre más rápido mejor, porque uno gana por entrega de pedidos. 
—¿Qué es lo que más te da miedo? Otro conductor irresponsable.
 —Lo que la gente dice es que los repartidores son irresponsables.
 En cierta parte sí. Uno camina rápido porque así lo amerita el trabajo. 
—¿De qué te quejarías vos de los conductores de carros y buses?
 De la falta de cortesía.
—¿Qué se necesita para mejorar esta situación?
Un poco más de educación.

·          “No hay que satanizar a las motos”

La moto, un medio de transporte más barato que un vehículo de cuatro ruedas, se ha convertido en esencial para ir al trabajo, transportar a la familia, distribuir comidas y medicinas, pero también para delinquir.

Las noticias dan cuenta de cómo los delincuentes utilizan las motos para cometer sus fechorías. Pero el vocero de la Policía, comisionado Fernando Borge, asegura que “no hay que satanizar a las motos” y que la Policía ya ha desarticulado a importantes bandas que operaban de esa manera.

Un problema es que la mayoría de las motos anda sin placa y Borge admite que hay un problema en ese sentido, pero que ya se están realizando las acciones para que se elaboren más placas para motos.

El jefe de la Secretaría de Tránsito Nacional, comisionado Iván Escobar, asegura que hay dos mil placas para motos esperando a que sean retiradas por sus dueños y que en las calles los agentes de Tránsito ya están aplicando las multas correspondientes a los motorizados que no porten placa.

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