Concentración
de alcohol y efectos sobre el cuerpo
Los efectos psicológicos que produce el alcohol son:
desinhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad, dificultades
para hablar, dificultad para asociar ideas y descoordinación motora.
Dependen de la tasa de alcoholemia:
1. Entre 0’15 y 0,5 g/l disminuyen los reflejos, la
capacidad para apreciar las distancias, trastornos motores y euforia,
desinhibición, perturbaciones leves en la conducta. El riesgo de accidentes de
tráfico se multiplica hasta por 3.
2. De 0’8 a 1’5 g/l, se pasa a comportamientos de confusión,
desorientación e incoordinación.
3. Aparecen cansancio, fatiga y pérdida de la agudeza
visual. El riesgo de accidentes se multiplica hasta por 9.
4. A partir de 1’50 g/l, se alcanza el estado de embriaguez.
El riesgo de accidente llega a multiplicarse por 15.
5. A más de 2 g/l, la confusión y la incoordinación motora
hacen que el individuo pierda su autonomía de marcha.
6. A partir de 3 g/l, se produce un estado de apatía y
desestimulación, alcanzándose el estado de coma
a partir de los 4-5 gr/l.
Además de una intensa dependencia psicológica, sentida como necesidad apremiante de beber
alcohol, el abuso regular puede provocar pérdida de memoria, dificultades
cognitivas y demencia alcohólica.
Puede producirse también tolerancia y dependencia física,
con un síndrome de abstinencia caracterizado por ansiedad, temblores, insomnio,
náuseas, taquicardia e hipertensión, que puede desembocar en un delirium
tremens si no se
recibe tratamiento adecuado.
En el plano orgánico, el abuso crónico de alcohol está
asociado a diversos problemas de salud: gastritis, úlcera gastroduodenal,
cirrosis hepática y cardiopatías.
Efectos del alcohol en la conducción:
Los efectos psicológicos producidos por el alcohol hacen
que, cuando se conduce, no sólo no se sea consciente de la disminución de las
facultades sino que se sienta todo lo contrario. Pero estas merman, agravándose
el problema con el aumento de alcoholemia. Se produce:
§
Dificultad
para percibir el color rojo (de frenado, semáforos, señalizaciones de obras).
§
Dificultad
para acomodar
la vista a la luz y a la oscuridad y a los cambios de luz (autopistas, cruces,
túneles, etc.)
§
Apreciación
inexacta/equivocada de las distancias (adelantamientos, entrada en curva, no
respetar distancia de seguridad, etc.).
§ Disminución del campo visual. La visión normal del ojo
humano disminuye, quedando reducido el ángulo del campo visual, por lo que se
pierden los estímulos que están en los laterales (cruces). Aumento
del tiempo de reacción.
§
Disminución
de los reflejos y aumento del tiempo de reacción. Aumenta la distancia
recorrida desde que el conductor percibe la señal hasta que actúa sobre los
mandos del vehículo (al frenar ante un peligro, si se ha bebido, se recorre un
10% más de distancia: esos metros pueden ser mortales).
§
Perturbación
del sentido del equilibrio.
§ Imprecisión
en los movimientos
§
Disminución
de la resistencia física y aumento de la fatiga.
§
Euforia,
sentimientos de invulnerabilidad, subestimación del riesgo, sentimientos de
impaciencia y agresividad y disminución de la capacidad de atención.
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